miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Buenas noches!

Uf, estos días han sido de locos. En Estocolmo nos fue genial. Fue bajarnos del tren y quedarnos alucinados con la belleza de la ciudad. Como digo otras veces, es muy difícil explicarlo con palabras y ni las fotos son capaces de captar lo bonito que era todo. Pero las fotos ayudan a veces, así que aquí os dejo algunas. Cuando pase las fotos de la cámara grande pondré una selección con las mejores.





Los únicos problemas de Estocolmo fueron nuestro cansancio y el frío. Pudimos estar entre 4 y 6 grados... Y no íbamos preparados para esas temperaturas. Pero aún así, aguantamos como campeones y visitamos Gamla Stan (casco antiguo de Estocolmo) casi entero.
Después de estar todo el día visitando y andando, decidimos descansar un poco en la habitación (camarote de un barco en Gamla Stan) y salir a cenar más tarde. Vimos unos kebabs con una pinta y unos precios... Problema: Cuando salimos a las 20.45, el kebab estaba cerrado.
Con frío, medio chispeando y con hambre, ya no sabíamos qué hacer para encontrar algo abierto. Nos volvimos como locos cuando vimos un restaurante abierto y encima español. El camarero, madrileño, fue super simpático. Me contó que vino a Estocolmo hace un año y medio, sin apenas inglés y nada de sueco. Ahora habla ambos idiomas y cobra unos 4000€ al mes. Me quedé alucinada... A la hora de pagar, nos quiso invitar a las bebidas, así que nos salió una riquísima cena por menos de 10€ cada uno, en un restaurante de pleno centro de Estocolmo.


Nos acostamos reventadísimos y al día siguiente a las 6.30 ya estábamos en planta, ya que teníamos que recoger todo, dejar la habitación, ir a la estación de tren y estar antes de las 7.45, hora en la que salía el autobús que llevaba a Celia, Sandra y Darío al aeropuerto. Os enseño dos fotos divertidas: Celia y yo recién levantadas aquella mañana. 



Me despedí de ellos y me vi en Estocolmo sola y con mucho tiempo por delante, ya que mi tren hacia Karlstad salía a las 2.25. Decidí dar un paseo mañanero con mi cámara. El paseo duró unas dos horas. Tomé un cocacola en una cafetería y seguí dando una vuelta, pero el frío era insoportable... Así que me dí por vencida y desde las 11 y pico esperé en la estación de tren. 


Me pareció mentira llegar a casa... Me recogieron Alazne y Clément y llegamos a la residencia sobre las 6. Estaba reventada, pero merendé y me puse manos a la obra con la limpieza y con las lavadoras. Me acosté reventadísima... 
Alazne se quedó a dormir conmigo, ya que hoy teníamos muchas cosas que hacer. Pero lo primero de todo fue desayunar tranquilas en el balcón. ¡Qué bien sientan esos colacaos con el "fresquito" mañanero!



Después del desayuno, fuimos a la universidad, ya que yo tenía que imprimir algunas cosas y teníamos que comprar la entrada para un concierto este viernes. Es un dj sueco que nos encanta, todas sus canciones implican recordar momentos de la Erasmus. Os pongo una de sus canciones, espero que os guste. 


http://www.youtube.com/watch?v=gCYcHz2k5x0

Después de venir de la universidad, me tuve que poner al día con tareas, papeleos de la uni... ¡Agobio máximo! He estado todo el día sin parar y he de confesar que tengo que entregar un escrito mañana y aún me queda la mitad... Pero bueno, he descansado viendo los capítulos nuevos de Cómo conocí a vuestra madre y en cuanto termine de escribiros me acuesto, que el día de mañana será duro también...
Para despedirme, os pongo una foto de Clément con su "merienda". A las 5 de la tarde, cuando yo tomaba unos cereales, él se tomaba su tazón de vino... Eso si que es actitud erasmus y lo demás es tontería.
Besitos y hasta mañana.


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